Los Prisioneros Banda: un recorrido en el Tren al Sur

Una de las bandas latinas más influyentes de todos los tiempos, conocida por ser embajadora de la música chilena en el mundo, Los Prisioneros sobrevivió a los debacles de la censura, los cuestionamientos y todo aquello que trajo consigo la dictadura militar de Augusto Pinochet; que se instauró por 17 años en el país.

Aquí en Akineton repasaremos la historia de esta maravillosa banda que despertó conciencia en los jóvenes chilenos que peleaban contra la cruel represión de la DINA (Dirección de Inteligencia Militar), quienes eran los encargados de reprimir y perseguir a personas con ideales distintos a los del gobierno.

Estos jóvenes, que simplemente se reunían a escuchar los éxitos de esta y otras bandas de protesta que para la época imperaban en Chile, seguirían siendo los fanáticos número 1 de la banda.

De los Vichukas a Los Prisioneros banda

En el año 1979, Jorge González, Miguel Tapia y Claudio Narea coinciden en un liceo de Santiago de Chile, los tres, con los mismos sueños y ambiciones, pues descubren que los une un gusto por el Rock en inglés que en ese tiempo llenaba las estaciones de radio en el mundo, bandas como Kiss y The Beatles eran la inspiración para estos tres chicos y algún día querían llegar tan lejos como ellos.

Llega el año 1980 y unos vecinos de Claudio, Álvaro y Rodrigo Beltrán, se unen a ellos para crear un grupo llamado Los Pseudopillos, una versión jocosa de pseudópodo, ese nombre que escucharon una tarde en clases de biología.

Básicamente escribían letras graciosas que solo se apoyaban en ritmos muy empíricos y caseros como la percusión. Por su parte, Jorge y Miguel componían las canciones mientras soñaban ser como Lennon y McCartney, los ingleses que estaban disfrutando de las delicias de la fama para aquel entonces.

Los Prisioneros

En poco tiempo le cambiaron el nombre al grupo a Los Vichukas, una palabra que también escucharon en biología. Con la ayuda de amigos y familiares adquirieron los primeros equipos musicales.

Años después, en 1982, hicieron su debut en el liceo donde estudiaban, a pesar de que fueron apreciados en ese entonces, surgieron problemas en el grupo y así González, Tapia y Narea decidieron emprender el camino separados de los hermanos Beltrán.

Este trio ya consolidado es el que hoy conocemos como Los Prisioneros, quienes habían estudiado llamarse “Los Criminales” al final, no les gusto. Su debut fue en el año 1983 en un festival de Chile.

Grandes éxitos de Los Prisioneros

A pesar de contar con seis exitosos álbumes y muchísimas canciones, todos los años los expertos y conocedores de los géneros musicales publican sus listas con los grandes éxitos de sus bandas favoritas. En Akineton consideramos que estas son las mejores:

  • Estrechez de Corazón
  • El baile de los que sobran
  • La voz de los 80s
  • Por qué no se van
  • Tren al Sur.

Esta última, estrenada en 1990 como el primer sencillo del álbum Corazones, es quizás la más sonada y recordada por todos. Hasta llegó a formar parte de la revista Rolling Stone en el año 2018, donde se le consideró como la número 18 de entre 50 éxitos latinos, desplazando a Maná y a Los Fabulosos Cadillacs.

La canción habla de un viaje que realizó Jorge González por el Sur del país en un viejo tren, por la decadencia en la que se vio sumida la industria ferroviaria a causa de la dictadura durante la década de 1980. De hecho, el estribillo “Y no me digas pobre por ir viajando así” habla de esto.

En ese momento, Nerea había abandonado Los Prisioneros banda, por problemas internos con el grupo, pues González había establecido una tormentosa relación con la esposa de este y no estaban pasando por el mejor de los momentos como grupo. Esto le donó ese tono dramático y melancólico a la letra de la canción.

El videoclip de esta canción fue nominado a mejor video latino de MTV, aquí lo puedes disfrutar:

El que ríe de último, ríe mejor

Esta fue una de las bandas que más influencia política tuvo en el público chileno, de hecho, muchas veces manifestaron abiertamente el miedo de ser secuestrados por la dictadura.

Durante la duración de esta, la banda estaba en su apogeo y nunca tuvo miedo de cantarle las verdades al régimen. Estos chicos contaron cientos de veces como intentaban sacarlos de los conciertos, frente a miles de jóvenes chilenos enardecidos.

Los mantuvieron alejados de los programas de TV y cualquier espacio que tuviese difusión abierta, pues los censuraban de la peor forma.

En 1988 Los Prisioneros se rieron de Pinochet frente a miles de personas, cuando fueron invitados a la manifestación del NO; que buscaba el cese del dictador en Chile, donde cantaron éxitos alusivos al clima político-social que se vivía como “Quieren dinero” y “Maldito Sudaca”.

Ese mismo año, el NO logró su cometido y ganó con más del 54% de los votos, donde a partir de ese momento inició un camino de democracia para los chilenos.

Es así como esta banda le abrió los caminos a muchas otras que se mantenían en las penumbras por las constantes presiones de un régimen que tenía al país hundido en el miedo.

Lamentablemente la banda se separó definitivamente en 2006, después de un largo camino de éxitos, tristezas y alegrías. Los dejamos con uno de sus más recientes éxitos, “Manzana” que hace alusión a el paso de los años.

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